2016

 
 

 
 Tabucchi y la pregunta por la letra

Por: Luz Adriana Mantilla
Asociada NEL-Bogotá

 A partir de una novela escrita que surge de una pesadilla, empieza para mí una pregunta por la letra, por lo escrito como marca. La letra resultó ser un camino que logró hacer reflexión sobre la función[1] que puede tener lo escrito a la luz del horror surgido de una pesadilla, del horror manifiesto como un goce excesivo que se hace presente para el sujeto, un goce contingente a modo de encuentro, donde el sujeto no logra responder al sin-sentido que lo invade.

Del mismo modo, o al menos en parte, es que Lacan empieza sus elaboraciones sobre la letra, es decir, que partiendo de un texto escrito es que logra preguntarse por esta noción. Esta pregunta tiene sus inicios en el seminario sobre La carta robada donde Lacan empezará una investigación que le ocupará muchos años y que más tarde tomará más fuerza en su texto Clase sobre Lituraterra perteneciente al seminario De un discurso que no fuera de semblante en el que la letra toma peso como noción lacaniana y forma parte de lo que más tarde será un giro en su enseñanza.




[1] El término función es tomado de Lacan, del título que lleva la clase III “La Función de lo escrito” del Seminario 20 Aun, en la que Lacan empieza a ubicar el S1, lo Uno, desplazándose del significante a este S1 como escritura

 
 
 
 
 

 
 
 
PASIÓN, CUERPO Y ESCRITURA
En la película: MISHIMA: Una vida en cuatro capítulos

 

Por: Stella Cortés
Asociada NEL-Bogotá

 

Para una mejor comprensión de la película consulté la novela autobiográfica de Mishima, “Confesiones de una máscara”, (1949).

Y con textos de la película que son también de su obra escrita, intento relacionarlos con los conceptos psicoanalíticos de pasión, cuerpo hablante y escabel que aquí se han trabajado.  

Yukio Mishima fue uno de los más reconocidos escritores de Japón. A su muerte dejó novelas,  películas, historias cortas y ocho volúmenes de ensayos. El 25 de noviembre de 1970, Mishima y 4 cadetes de su ejército privado, entran al Cuartel General de la Armada, toman por la fuerza al Comandante y a todo el Fuerte, y luego pone fin a su vida, abriéndose el vientre ante los ojos del jefe del ejército japonés, en su creación más  elaborada.
 
 





Mishima visto por Paul Schrader: el suicidio como un bello acto

 
Por: Oscar Romero

 
Sol

 Como una forma de sintetizar el trayecto que describe la película Mishima: una vida en cuatro capítulos, quiero empezar por resaltar el papel del director Paul Schrader, quien además de realizador, es conocido por su ensayo titulado “El estilo trascendental en el cine”. Allí lo trascendental es definido como una vía inmanente de acceder a lo sagrado, entendido como lo ‘absolutamente Otro’[1]. En este sentido vemos cómo en los cuatro capítulos de la vida de Mishima, los elementos fílmicos remiten siempre a algo que está más allá de lo visual, como intentando sondear un espacio invisible. Un elemento que se repite en distintos momentos de la película es el sol. Vemos directamente al sol al principio (como una incógnita despojada de sentido) y al final, (quizás igualmente como una incógnita, pero esta vez cargada de sentidos). Por mencionar los otros momentos en que aparece el sol, aunque ya no directamente, hay una escena de un viaje en crucero que hizo Mishima a Hawái y Grecia donde tomar el sol es para Mishima una posibilidad de liberarse del frío de la literatura y hacer que su cuerpo entre en calor; es el mismo instante del encuentro con la belleza de la escultura griega, que en algún momento colocó en el patio de su casa, como emblema corporal de unión entre arte y ética:
 


[1] Schrader, Paul. El estilo trascendental en el cine: Ozu, Bresson, Dreyer. Ediciones JC. Madrid, 1999 [1972].

 
 
 
 
 
 
Notas sobre YAYOI KUSAMA:  “My Life, a Dot”. “Mi vida: Un punto”

 
Por: Orlando Mejía
Miembro AMP

“Mi deseo era predecir y estimar la infinitud de nuestro vasto universo con una acumulación de unidades de red, un negativo de puntos. Cuán profundo es el misterio de la infinidad que es infinita en el cosmos. Percibiendo ese infinito quería ver mi propia vida. Mi vida, un punto, es decir, una partícula entre millones de partículas. Fue en 1959 cuando presenté un manifiesto en el que declaraba que [mi arte] me borraba y borraba a los otros con el vacío de una red tejida con una acumulación astronómica de puntos”.

Para este trabajo, elegí el significante punto y no el de lunares, más usado en España y popularmente asociado al traje de flamenca, porque precisa más el efecto de reducción que quiero destacar en la obra de quien hoy es considerada la artista Japonesa viva más importante en el mundo del arte actual y porque los puntos son parte escencial de la <marca global> que hoy es Yayoi Kusama.
 
 
 
 
 
 
 
 
 


Arte y Psicoanálisis
Actividad declarada de Nueva Escuela Lacaniana (NEL) Bogotá


Yayoi Kusama


"Mis obras mantienen una estrecha relación con mi salud mental"


A sus 82 años recién cumplidos, Yayoi Kusama (Matsumoro, Japón, 1929) no ha perdido ni el afán celebrativo ni la actitud rebelde que se esconden tras sus habituales pelucas de colores. Tampoco el espíritu utópico y anárquico que le acompaña desde niña. Detrás de los más de 150 dibujos, pinturas, collages, esculturas, instalaciones, películas y performances reunidas en la primera exposición retrospectiva en nuestro país que le dedica el Museo Reina Sofía, hay un único objetivo."Quiero explorar mi propia humanidad y la visión del mundo. Establecer un camino para mi búsqueda de la verdad", explica Kusama definiendo su labor como artista. Ésta la lleva a cabo entre el hospital psiquiátrico de Tokio y su estudio, a pocos minutos de éste. En el primero vive desde hace más de veinte años; en el segundo, todavía hoy pasa largas jornadas de trabajo rodeada de grandes lienzos, brochas y pinturas. Yayoi Kusama, considerada la artista viva más famosa de Japón, continúa creando y ampliando el abanico de "espacios infinitos", como ella los llama, a los que debe su fama: instalaciones de gran formato donde reina la acumulación y la repetición, y en las que la artista versiona el topo blanco y rojo (colores auspiciosos, de celebración en la tradición japonesa, la "marca Kusama". En esos lunares, cuenta la artista, ve "energía y vida", dos de las obsesiones (tal vez también alucinaciones) que la mantienen en activo y que la llevarán, en 2012, al Pompidou de París, a la londinense Tate Modern y al Whitney de Nueva York.



PREGUNTA: Empecemos por el principio. ¿Por qué quiso ser artista?

RESPUESTA: Empecé a pintar a los diez años, cuando aparecieron las primeras alucinaciones, aunque no queda nada de esos cientos de dibujos. Mi madre, que odiaba que pintara, destruía todo lo que hacía. Era muy violenta, una mujer de negocios muy astuta y siempre ocupada con su trabajo. Siempre me obligaba a trabajar en el negocio familiar pese a tener exámenes. Me hacía sentir tremendamente insegura.



Carretera y manta

P.: Dada su vida familiar, no es de extrañar que se fuera de casa en cuanto pudo. Kioto fue la primera parada, para estudiar arte. Aunque la gran decisión vino cuando se fue a Nueva York en 1958, sin apenas conocer a nadie. 

R.: Fui a Kioto simplemente para huir de la violencia de mi madre, aunque la escuela era demasiado conservadora y raramente asistía a clase. Me quedaba pintando en el dormitorio. Debido a que mi madre era contraria a que me convirtiera en artista, emocionalmente empecé a ser muy inestable y sufrir crisis nerviosas. Fue desde entonces que empecé a recibir tratamiento psiquiátrico. Al traducir el miedo de las alucinaciones en las pinturas, estuve tratando de curar mi enfermedad. Mi arte mantiene una estrecha relación con mi salud mental. 



P.: ¿Cómo era la escena artística en Nueva York en los sesenta? 

R.: En aquel entonces, había todo tipo de artistas. La guerra de Vietnam y otros temas sociales de la época ocuparon las mentes de la gente, la mía incluida, se convirtieron en una manifestación de energía creativa en toda la ciudad. Fue algo que marcó el resto de la historia del arte. 



P.: Un año y medio después de su llegada a Nueva York llegó su primera individual con cinco grandes lienzos de uno de sus proyectos más elogiados y significativos, Infinity Nets. Son obras llenas de redes a raíz de un discreto movimiento de muñeca. A partir de entonces, las redes y los topos se convirtieron en dos de sus motivos principales. La exposición fue elogiada por críticos como Dore Ashton y Donald Judd, que la compararon incluso con Pollock. 

R.: Empecé a asociarme con otros artistas que también estaban desarrollando nuevos tipos de pintura. Me hice amiga de Eva Hesse y Donald Judd. Cuando estaba luchando para ganarme la vida, mis amigos me decían: "Haz action painting, con eso podrás vivir". Pero yo hice exactamente lo contrario. PintéInfinity Nets día tras día y, mientras las hice toda la habitación parecía haberse cubierto de redes. De ahí surgieron las Accumulation sculptures.



P.: Donald Judd dijo de sus pinturas que vaticinaban los principios del minimalismo. ¿Se considera una artista minimal?

R.: Yo soy una artista obsesiva. En aquella sociedad caótica de Nueva York, llena de jóvenes beatniks y hippies, los artistas luchábamos para sobrevivir con el objetivo de construir un mundo nuevo. Mis obras estaban inmersas en esas tendencias artísticas como el minimal y el pop, entre otros. Tuvieron un apoyo entusiasta de la sociedad de aquellos días y fueron pioneras en la escena artística de Nueva York. 


P.: Entonces, ¿se considera una pionera del arte contemporáneo?
R.: Sí. Mis obras, llenas de vitalidad y que incorporan el concepto de repetición estereotipada y acumulación, han inspirado a muchos artistas. 

Pocos medios y muchos formatos
P.: Además de las pinturas, esculturas e instalaciones, hizo performances,vídeos, moda...
R.: Por aquel entonces, tenía muchas ideas y problemas para saber qué hacer con ellas. En Body Festivals los participantes de este happening, desnudos, podían pintarse lunares unos a otros. Se realizaron decenas de acontecimientos en mi estudio y en espacios públicos de Nueva York. Algunos eran lugares "de autoridad", como el MoMA o Wall Street. Otros, como Tompkins Square Park y Washington Square Park se asociaron a la cultura psicodélica de la ciudad. 

P.: Esas performances, donde aparecía en sitios públicos junto a hombres y mujeres desnudos cubiertos de lunares, son las más abiertamente políticas....
R.: He estado interesada en la política desde la infancia, probablemente porque mi abuelo era político. No hay nada más fascinante que la política.

P.: En 1973 regresa a Japón y en 1977 su vulnerabilidad psicológica la lleva a internarse voluntariamente en el hospital donde hoy vive. Desde entonces, lanzó su carrera literaria. ¿En su país, es más conocida como escritora que como artista?
R.: Tengo muchos fans de mis novelas, pero también soy conocida como artista, ya que he tenido muchas exposiciones allí y representé a Japón en la Bienal de Venecia de 1993. 

P.: Tras un paréntesis de treinta años, volvió a crear instalaciones de gran escala, como I'm Here, but Nothing (2000) donde los puntos adhesivos de este interior doméstico pueden entenderse como una simplificación visual de sus alucinaciones. En los últimos años, ha vuelto al dibujo y la pintura. ¿Cómo define sus obras más recientes?
R.: Una batalla de ideas derivadas de la evolución de circunstancias personales.Una acumulación infinita de obsesiones. 

El caso "Ai Wei Wei"
P.: Para alguien tan crítica como usted con la política, ¿qué opina de la detención de Ai Wei Wei?
R.: Cuando un líder chino de alto nivel visitó los Estados Unidos, le dio gran publicidad al sistema político y económico de la "Nueva China". Sin embargo, el tratamiento que están haciendo de Ai Wei Wei es muy preocupante, ya que equivale a coartar a los artistas que tratan de experimentar con nuevas ideas en el arte. Estoy segura que hay mucha gente en China que está involucrada en la reforma política y trata de construir una nueva era. Creo que China está tratando de desempeñar un papel de liderazgo en la sociedad internacional, al tiempo que oculta la verdad. 

P.: ¿Y cómo ve la situación en Japón?
R.: Tras el reciente y devastador terremoto y tsunami que golpeó la parte noreste de Japón, los políticos han sido criticados por su forma inadecuada de manejar la situación, lo que ha provocado mucha desconfianza de la gente. Se dice que este tipo de desastre catastrófico sucede una vez cada 1.000 años.

 
 



 
 
 
 
La actividad declarada Arte y Psicoanálisis
de la Nueva Escuela Lacaniana, Bogotá

Invita a la charla

PSICOANALISIS, ARTE Y DESAPARICIÓN FORZADA


Constanza Ramírez Molano, asociada de la sede de la NEL-Bogotá, hablará de la obra DOBLE OFICIO POR LA ENTREGA DIGNA realizada con familiares de personas víctimas de desaparición forzada. Con imágenes de la ausencia/presencia a manera de velo para que el vacío sea soportable, sobre dos pedestales eleva el objeto a la dignidad de la cosa, en un intento de visibilizar la nada.

En esta oportunidad se mostrarán imágenes de la obra y también de los registros audiovisuales hechos a los visitantes, para a partir de ahí, conversar sobre la manera como el público la recibió, cómo interactuó, cómo la bordeó.

La presentación de la obra de Constanza Ramírez abrirá un espacio de reflexión sobre las posibles articulaciones entre psicoanálisis, arte y síntomas sociales.
 

Beatriz García Moreno, miembro de la NEL y la AMP, Coordinadora de la actividad
Fecha: jueves 30 de abril a las 7 p.m.
Lugar: Sede de la NEL Bogotá, Cra 11B  # 99-54 of. 602
Teléfono: 6113511
Correo: nelbog.nueva.escuela.lacaniana@gmail.com